Gonzalo Millán
(Chile, 1947)

 

Se terminó el papel higiénico
y el excusado está tapado
con pedazos de papel de diario.
Se desvanecerá el jabón
con la próxima lavada de manos.
La peineta perdió otro diente.
La trizadura del espejo es otra arruga.
No queda ropa limpia.
Hay pañales sucios en la tina.
Se le cayó el último botón
que le quedaba a la camisa.
En la superficie de la mesa,
impresiones de pequeñas manos,
baberos, platos sucios
con migajas y raspas de pescados.
Vasos con secas borras moradas.
En la frutera vacía dormita,
ovillado el gato.
El auto viejo estacionado afuera
no arranca desde hace meses o años.
Inmóvil descansa con sus ejes,
sobre pilas de piedras y ladrillos.
Le robaron los neumáticos, los focos
y cada día lo despojan de nuevas piezas
como un gran insecto muerto
que devoran invisibles hormigas.
El jardín está exuberante, lozano.
Invadido de malezas que asfixian las plantas.
La manguera serpeante es invisible.
Se escapó de su jaula el canario.
Y el pez de color se ahogó
y quedó flotando panza arriba
en el agua turbia de su redoma.
El perro royó su soga
y se marchó a la siga de una perra.
El lechero ya no trae leche a la casa,
ni el suplementero reparte periódicos.
El cartero trae sólo cuentas impagas.
Sobres con ventanas que nadie abre.
Los acreedores golpean largamente,
pero nadie abre, nadie responde.
El basurero pasa dos veces por semana,
pero lo hace demasiado temprano.
En el patio los tarros desbordantes,
hieden.
El televisor encendido sin sonido
arroja movedizas sombras
sobre el suelo entalcado
por el yeso que llueve del cielorraso.
Un niño en un corral de palo,
entre juguetes se desgañita llorando,
hambriento y mojado,
la húmeda boca abierta,
los ojos vidriosos de lágrimas,
mirando
cómo la bestia de las dos espaldas
gruñendo convulsa se revuelca
intentando devorarse a sí misma.

 

EL AUSENTE

 

La escritura es originalmente
el lenguaje del ausente.
S. FREUD

 

Se desvanecen las huellas
de unas plantas sobre la balanza
que ha retornado a cero.

 

Flota un olor a tostadas.
La cocina se enfría.
Aún crujen las sillas de mimbre.

 

El agua gotea,
pero quisiera correr
como cuando se abrió la llave.

 

El jabón desea el agua fría
y la piel de unas manos
que ya se ensucian.

 

La toalla aguarda tendida
secar otra vez un rostro
cuya imagen recuerda el espejo.

 

Su tela es verde y brillante
como el césped bajo el sol afuera.
El peine retiene unos cabellos.

 

La casa recién abandonada
tiene la mañana y la tarde,
todo el día por delante.

 

La cama deshecha espera
con el libro la llegada
de la noche y su durmiente.

 

El tiempo fluye
lisa y silenciosamente
en la ausencia como un aceite.

 

NIÑO

 

Encontrarán siglos después,
cuando sólo queden los envases
de una sociedad
que se consumió a sí misma,
sus restos
de pequeño faraón dentro
de un refrigerador descompuesto,
enterrado
bajo pir{amides de basura.

 

REZAGOS DE CARAVAGGIO: Pinceles

 

El perro Corneja  (1)

 

El pincel húmedo me lame los dedos
como mi perro Corneja,
peludo y negro como el carbón
rizado y con la lengua roja.

 

La brocha  ( 2)

 

Los pinceles lloran, se lamentan
de sus pecados a gritos.
Los colores deliran y vomitan.
La faz radiante de amor
limpia en el paño de pureza
la inmundicia de la brocha.

 

FRANCOIS BOUCHER: Estudio de un pie

 

Descansa sobre el almohadón de una cama
junto a una cortina. Eso es todo.
Es un pequeño pie de mujer
cortado por el borde del cuadro
en la pantorrilla,
delante de un verdoso muro.
Un pie blanco de pulida cera. C est tout.

 

PUERTA METÁLICA

 

El borde del fierro mal soldado
y con óxido de la puerta me persigue.
No sé por qué me hirió el mirarlo,
parece que quisiera decirme algo
que no entiendo y por eso
una y otra vez me lo repite,
airado y áspero.
No sacaría nada con describir
su forma y su tamaño
porque es un fierro común y corriente;
el borrón de un soldador apresurado,
una escoria torpe, un remiendo brutal,
la verruga indispensable de la puerta.

 

SUSHI BAR CON TINTA SUMI

 

Leí una vez que un monje
llamado Ventana Nevada
pintaba orquídeas de tinta.
¿O era un monje llamado
Orquídeas de Tinta el pintor
de las ventanas nevadas?

PINTOR Y MODELO

 

“le peintre a enlaidi son modèle,”
«el pintor ha desfigurado su
modelo»
Dictionnaire Moderne Français-Espagnol

 

A partir de una mancilla minúscula
desconstruyo tus falsas apariencias;
borroneo líneas, desintegro rasgos.

 

Desfiguro la belleza de tu rostro
hasta que otro espejismo contrario
y desconocido lo substituye.

 

El cambio fascina tanto como repele.
Falaces son fealdad y belleza, lo sé
ahora, pero todavía no sé quien eres.

 

PALETA

 

Con un pulgar en tu sexo
eres la paleta del pintor;
los ocres, rojos rosados
de tu desnudo convulso
en las sábanas de lienzo.

 

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