Laura Yasán
(Argentina, 1960)

 

ANIMALES DOMÉSTICOS

 

el deseo es un animal que vive en las entrañas
como toda bestia visceral
devora y devora todo el tiempo

 

llega un día
en que sólo nos queda la piel y la osamenta
conteniendo un vacío tumultuoso
desorbitado

 

el vacío es un animal que vive en el deseo
como toda bestia pasional
succiona y succiona todo el tiempo

 

llega un día
alguien pronuncia tu nombre
y te pulverizás en el aire

 

EN EL BORDE DE LAS TAZAS

 

una mujer
se mueve en el denso fluir de sus instintos
sabe quebrar
la cáscara de una intención
una mujer
abarca por fragmentos la totalidad
y nunca es la misma

 

un hombre
sube al misterio en una extrema progresión
descubre el sentimiento
acorralado en un límite
el resto
lo filtra en el pensar

 

una mujer
es a la vez su historia
y lo que aún no ha conocido
sabe ordenar lo que no ve

 

un hombre
arriba al corazón del mundo
en cada vértice de su conocimiento
se instala en lo que ve
y se proyecta

 

una mujer es todas las mujeres
pero es única
un hombre es todos los hombres
pero es único

 

un hombre y una mujer
nunca se conocen
saben suponer
saben crear sobre el malentendido
son cada uno
mitad secreto
mitad vacío

 

un hombre y una mujer
a lo largo de cientos de actos cotidianos
cruzan información
dejan la vida escrita
en el borde de las tazas

 

cada día se escribe
cada día se lava

 

(DeCambiar las armas).

 

TODOS ESTAMOS SOLOS EN BUENOS AIRES

 

ella duerme con piyama de seda
afuera merodea un vendaval sudaca
la noche cobra víctimas
babea en las terrazas una furia homicida
nada cambia jamás
todos estamos solos en buenos aires
todos estamos turbios
todos estamos hartos
ella duerme con piyama de seda
abrazada a la almohada como hacemos los náufragos
detrás de la ventana
una mujer se enciende de pastillas
y se pone a pescar besos enfermos
todos estamos solos en buenos aires
todos estamos sucios
todos huérfanos
ella duerme y es joven hermosa vulnerable
afuera un hombre miente 
en las pensiones se revuelve la sopa
en los bares circulan líquidos oscuros
todos convalecemos en buenos aires
todos estamos solos
nada cambia jamás
la noche cobra víctimas
y ella duerme con piyama de seda

 

SALIR HUYENDO

 

yo hablo en nombre de los sobrevivientes

 

los que un día
nos jugamos el todo por nada
el corazón por nada
la ética por nada

 

los que estuvimos tan solos
que ni la propia sombra nos seguía

 

los que arribamos a la vida
con la piel provisoria
y nunca conseguimos el recambio

 

los que fuimos condenados a alimentar con carne
el vacío insoportable del amor

 

los que aspiramos a un tránsito liviano
y cargamos mil kilos de plomo en la memoria

 

los que una vez soñamos
con la victoria de los justos
y todavía reclamamos sus cuerpos

 

los que salimos a morir tácitamente
los que salimos a vivir tácitamente

 

los que saldamos viejas deudas
con un dolor tardío
y una triste ligereza de espíritu

 

los que sangramos siempre por la misma herida
y padecemos de una adicción indecorosa
a las salidas de emergencia

 

(De Loba negra).

 

GENEALÓGICA

 

las hijas del nuevo mundo
son blancas como las luces de los shoppings
pálidas como los panes de mc donals
translúcidas lágrimas finales de best sellers

 

las madres huérfanas de las hijas del nuevo mundo
fuimos oscuras habitantes de hotel
tuvimos negras maneras de mirar
queríamos la vida en símbolos extraños
películas de bergman

 

las paridoras frígidas de las madres huérfanas de las hijas del nuevo mundo
querían una historia sumergida en channel
casarse vírgenes con una réplica de cary grant
tener muñecas rubias de mejillas rosadas
mascadoras de chicle leyendo mujercitas

 

las hijas huérfanas de las madres frígidas del viejo mundo
queríamos las curvas mullidas de la marylin
y el aspecto latino de una amante del che

 

pero ellas
las nietas de la decadencia
las hijas del imperio del nuevo mundo
sólo desean ser
delgadas como un tallo
livianas como el ala de una mariposa
anhelan despertar
con los dedos más largos cada día
para hundirlos hasta el fin de sus amígdalas
y vomitar sin voluntad
lo que resta del siglo         

 

PRINCIPIO DE INCERTIDUMBRE

 

a Américo Ferrari

 

el poema es un espantapájaros
irrumpiendo en la línea de horizonte

 

la luz de las estrellas
tarda miles de años en llegar
a perforar la noche de belleza

 

¿cuánto tiempo nos toma mostrar el corazón?

 

el poema es un ancla que ha perdido su barco

 

una ballena sola en medio del océano
puede oírse llamar por su pareja a treinta kilómetros a la redonda

 

¿qué tan lejos llega una palabra?

 

el poema es un iceberg en medio del desierto

 

un centímetro cuadrado de piel contiene seis millones de células

 

¿cuántas cartas de amor guardamos en el fondo de una caja?

 

si besamos los ojos de alguien que acaba de morir
¿en qué parte del trazo desviamos el círculo?

 

qué secuencia alteramos en la fórmula del tiempo y la distancia
cuando el poema es una muesca en la culata del vacío

 

(DeCotillón para desesperados).

 

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